La luz penetra a través de la ventana, descubre la obra de una máquina, los años que reposan en la suave cadencia de la abuela. Un toque mágico envuelve la obra que da pie a mis sentimientos de fotógrafo y convirtiéndome en un perenne enamorado de las luces y las sombras. La palabra está ahí…
1 comentario:
Hola Roberto
Me ha gustado mucho este mini reportaje a la abuela. Muy buen bosquejo.
Un abrazo
Reno
Publicar un comentario