El fotógrafo es un reportero de la vida, y el lente capta y guarda para la posteridad escenas y momentos irrepetibles.
Un retrato, un contra luz o un primer plano pueden dar sobradas razones para escribir o pintar con luz todo lo que nos rodea. La Habana, nos regala un sin números de imágenes que viven en el cotidiano ir y venir de cada ciudadano, de sus calles y ciudades colmadas de historias.
Donde nace y nos dice adiós cada tarde para regresar con un nuevo día cargado de esperanzas y virtudes por descubrir, satisfecho de luz como materia prima para dar vida por siempre a una nueva instantánea.









